Declararse insolvente es la solución definitiva para quienes no pueden hacer frente a sus deudas. Mediante este recurso, amparado en la Ley 22/2003, es posible acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad y, por ende, dejar de ser perseguido por los acreedores que no dan tregua en su persistencia por cobrar el dinero que se les debe. Si tienes pensado declararte insolvente, la información que vamos a compartirte es de tu interés. Descubre si reúnes los requisitos para que la ley te dé una segunda oportunidad.
Requisitos que te habilitan a declararte insolvente
El requisito básico para declararse insolvente dentro del territorio español es poder demostrar que estamos en una situación de insolvencia. Dicha situación significa que hemos sobrepasado nuestra capacidad de endeudamiento, algo que ocurre cuando nuestro pasivo es mayor a nuestro activo. Es decir, cuando lo que debemos es más de lo que poseemos.
Dado que lo que se pretende es otorgarle el beneficio de la insolvencia únicamente a quienes realmente la tienen, se analizará cada caso de forma minuciosa para tener la plena seguridad de que la persona no ha modificado su situación financiera o patrimonial con el fin de obtener la insolvencia. A esto último se lo conoce como insolvencia estratégica, y se encuentra fuera del marco legal para conseguir la condonación de las deudas.
¿Quiénes pueden declararse insolventes?
De acuerdo a la legislación actual, pueden declararse insolventes:
- Particulares
- Autónomos
- Empresarios
- Empresas
Es decir, no existen restricciones de ningún tipo al respecto. La única diferencia es que, mientras los particulares, los autónomos y los empresarios, pueden ampararse en la Ley de Segunda Oportunidad, las empresas se verán en la obligación de convocar al concurso de acreedores.
Los caminos hacia la insolvencia – ¿Cómo hago efectiva mi declaración de insolvencia?
Existen dos caminos legales para declararse insolvente:
- Nosotros nos declaramos insolventes
- El acreedor nos declara insolventes
Cuando nosotros, en calidad de deudores, nos declaramos insolventes, estamos obligados a justificar tanto el endeudamiento como la situación de insolvencia. Para ello, necesitaremos reunir toda la documentación pertinente para que sea evaluada.
En cambio, cuando es la parte acreedora la que nos declara insolventes, será esta la encargada de justificar la insolvencia a la que alega. Por lo tanto, le corresponderá a dicha entidad reunir y presentar la documentación que acredite nuestra imposibilidad de pagarles lo que les adeudamos.
Sin embargo, acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad es algo que suele hacer el deudor, ya que esta ley responde únicamente a sus intereses.
¿Qué debo presentar para declararme insolvente?
Si estás decidido a declararte insolvente, la documentación es parte vital de este proceso. Lo que deberás presentar es lo siguiente:
- Toda la documentación de tus ingresos
- Toda la documentación de tu patrimonio
- Toda la documentación de tus gastos
- Toda la documentación de tu patrimonio
¿Cómo se logra la condonación total de las deudas?
A los efectos de que el juez te otorgue la cancelación del cien por ciento de tus deudas, deberás atravesar las dos fases de la declaración de insolvencia:
- Fase extrajudicial
- Fase judicial
Fase extrajudicial
El propósito que se persigue en esta fase es el de obtener una reducción de las deudas. Para ello, se necesitará llevar adelante una negociación con los diversos acreedores. De acuerdo a tu situación financiera y patrimonial, le presentarás a tus acreedores un plan de pagos al que puedas hacer frente. No obstante, es posible que tus acreedores rechacen tu propuesta, ante lo cual pasarás a la siguiente fase.
Fase judicial
Ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo con tus acreedores, se le solicita al juez la eliminación total de las deudas que has acumulado. Si logras demostrarle tu insolvencia, te verás libre de toda deuda de carácter privado que no correspondan a la cuota de pensión por alimentos. No es un proceso sencillo, por lo que necesitarás que un abogado lleve adelante tu caso.
Si estás considerando declararte insolvente, necesitarás un abogado experto en la materia y en la Ley de Segunda Oportunidad. En nuestro despacho abordaremos tu caso con la seriedad y la meticulosidad que este requiera. Sabemos que cada cliente es único, pero que nuestra misión es lograr el mismo resultado con cada uno de ellos: la reducción o la eliminación total de sus deudas. No esperes ni un día más para acceder a la segunda oportunidad que te mereces. Esperamos tu consulta.